Washington D.C.- Hoy, la Corte Suprema de EE.UU. abordó el desorden procesal que causó en Idaho vs Estados Unidos, durante el cual pacientes embarazadas vulnerables pagaron las consecuencias de la politización del poder judicial. Aunque la atención de aborto de emergencia bajo la ley federal de Tratamiento Médico de Emergencia y Trabajo de Parto Activo (EMTALA) se permitirá en Idaho mientras los tribunales inferiores deciden los méritos del caso, las pacientes embarazadas y los proveedores médicos seguirán atrapados en la mira. En respuesta, Sabrina Talukder, directora de la Iniciativa de Mujeres del Center for American Progress, emitió la siguiente declaración:
Las mujeres embarazadas en graves emergencias médicas sufrieron las consecuencias potencialmente mortales de los “errores de cálculo” procesales de la Corte Suprema durante el litigio de Idaho vs Estados Unidos. Y aunque la acción de hoy de la Corte Suprema brinda cierto grado de alivio para que los proveedores médicos en Idaho puedan hacer su trabajo sin temor a sanciones penales, la opinión disidente del juez Alito revela cómo los jueces extremistas siguen dispuestos a empoderarse del poder judicial para llevar a cabo sus ideologías personales antiaborto y politizar la medicina.
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