Washington, D.C. — El martes, el Departamento de Educación de EE.UU. anunció una reducción de la fuerza laboral sin precedentes que afectará a más de 1,300 empleados, una medida tomada directamente del manual radical Proyecto 2025.
En respuesta, Neera Tanden, presidenta y directora ejecutiva del Center for American Progress, emitió la siguiente declaración:
Reducir el personal del Departamento de Educación en casi un 50 por ciento deja claro que, a pesar de lo que dice, el presidente Trump prefiere las hachas a los bisturíes. Su administración intenta perjudicar a una agencia pública que supervisa programas vitales de los que dependen nuestros estudiantes y familias más vulnerables, especialmente en las zonas rurales. Este es un intento apenas disimulado de enriquecer aún más a los multimillonarios a costa del ciudadano común.
No se equivoquen: estos recortes masivos afectarán directamente la calidad de la educación pública en Estados Unidos, sobre todo cuando se suman a las recientes órdenes ejecutivas de Trump que tienen como blanco a nuestras escuelas, lo que significa que los niños de hoy tendrán menos oportunidades educativas que sus padres o incluso sus hermanos mayores.
Aunque la Constitución impide a Trump hacer desaparecer el Departamento de Educación, sus intentos de obstaculizarlo revelan que los estudiantes estadounidenses son su última preocupación.
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