Washington, D.C. — Hoy, la Corte Suprema de Estados Unidos eliminó las restricciones que impedían a la administración Trump realizar redadas relacionadas con la inmigración en el área de Los Ángeles basándose en criterios discriminatorios por motivos raciales. En respuesta, William Roberts, vicepresidente sénior de Derechos y Justicia del Center for American Progress, emitió la siguiente declaración:
El tribunal supremo del país efectivamente acaba de anular décadas de jurisprudencia que prohibía la discriminación racial como una violación de la Constitución. Esto abre la puerta a que grupos de agentes federales armados, enmascarados y sin identificar realicen redadas no basadas en sospechas razonables, como exige la ley, sino en estereotipos raciales, como la apariencia física, el lugar de trabajo o el idioma que hablan.
Esta administración no ha mostrado ningún reparo en usar la violencia para detener a inmigrantes independientemente de su estatus migratorio, e incluso a ciudadanos estadounidenses. Ahora tienen carta blanca para continuar con su ataque abiertamente racista contra la población de Los Ángeles, donde puede detener a las personas primero y preguntar después, poniendo así a la comunidad latina local en riesgo de sufrir detenciones ilegales e inconstitucionales.
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