Washington, DC – Hoy Heather Boushey, Economista Senior del Center for American Progress, hizo esta declaración sobre el anuncio de las cifras del desempleo en septiembre.
"Economistas han concluido que la Gran Recesión ha oficialmente terminado, lo que significa que la economía está creciendo de nuevo y ya no está en contracción. Pero todavía no ha salido de la primera fase, y el camino de regreso a un fuerte mercado laboral parece ser largo.
La situación continúa siendo difícil para todos los trabajadores. La proporción de trabajadores de color que tienen empleo continúa estancado alrededor de los niveles más bajos de los últimos 25 años para todas las razas y grupos étnicos, pero mucho menos afroamericanos están trabajando comparado a otros grupos: 51.7 por ciento de afroamericanos, 59.2 por ciento de hispanos, 59.7 por ciento de asiáticos, y 59.5 de anglosajones tenían empleo en septiembre.
El problema es que los empleadores todavía no han comenzado a contratar en números significativos. En total la economía agregó 64,000 empleos del sector privado en septiembre, mucho menos de lo que es necesario solo para mantenerse al paso del crecimiento de la población, y mucho menos para poder hacer una notable reducción en los altos niveles de desempleo. Por cada cinco personas buscando un trabajo solo hay uno disponible. Es como un triste juego de silla: una silla y cinco buscando un asiento.
La tasa de desempleo entre los trabajadores afroamericanos es el doble de la tasa entre los anglosajones, 16.1 por ciento comparado al 8.7 por ciento. Y la tasa de desempleo entre los trabajadores hispanos de 12.4 por ciento es más alta que la de los anglosajones, pero no tan alta como la de los afroamericanos.
La situación de los empleos se podrá mejorar solo al darle a los empleadores razones para empezar a contratar a empleados con vigor. Según las encuestas, los empleadores continúan citando la escasez de clientes—una escasez de la demanda para los productos y servicios que venden—como su problema más urgente. Los legisladores pueden ayudar a través de la continuación del financiamiento de programas que aumenten el consumo, así como asegurando que aquellos que han estado sin trabajo por más de seis meses tengan acceso a los beneficios de desempleo. Y pueden invertir en programas como el Fondo de Emergencia TANF que puso a más de un cuarto de millón de personas a trabajar en el pasado año y medio."
Heather Boushey es Economista Senior del Center for American Progress
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Washington, DC – Today, Heather Boushey, Senior Economist at the Center for American Progress, had the following reaction to the announcement of September unemployment figures:
"Economists conclude that the Great Recession is officially over, which means that the economy is no longer contracting and is growing again. But it’s not yet out of first gear, and the path back to a strong labor market appears to be a long one.
For all workers, the situation continues to be challenging. The share of workers who are employed continues to hover around record lows for the past quarter century for all racial and ethnic groups, but far fewer African Americans are at work compared to other groups: 51.7 percent of African Americans, 59.2 percent of Hispanics, and 59.7 percent of Asians, and 59.5 percent of whites were employed in September.
The problem is that employers have yet to begin hiring in significant numbers. Overall the economy added 64,000 private sector jobs in September, far less than half as many as necessary just to keep pace with population growth, let alone make a dent in the long lines of the unemployed. For every five people searching for a job there is only one available. It’s like a sad game of musical chairs: one chair, five seeking a seat.
African-American workers have an unemployment rate double that of whites, 16.1 percent compared to 8.7 percent. And Hispanic workers’ unemployment rate of 12.4 percent is above that of whites but not as high as for African Americans.
The only way to improve the employment situation is to give employers reasons to ramp up hiring. In surveys, employers continue to cite a lack of customers—a lack of demand for the goods and services they sell—as their most pressing problem. Policymakers can help by continuing to fund programs that boost spending, such as ensuring that those who have been out of work for more than six months can access unemployment benefits. And they can invest in jobs programs like the TANF Emergency Fund that put more than a quarter million people to work over the past year and a half."
Heather Boushey is a Senior Economist at the Center for American Progress.
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